Literatura de Vanguardia
Literatura
de Vanguardia
La
primera literatura del siglo XX, inconforme con la estética anterior, es una
desesperada búsqueda de novedad aunada a la amarga desilusión de la posguerra.
En este período todas las formas de la vida fueron subvertidas. El Vanguardismo
produjo grandes cambios y profundas transformaciones en las concepciones
estéticas y literarias del occidente.
Características generales de las primeras
décadas del siglo XX
- A fines del siglo XIX, el triunfo del capitalismo parecía garantizar el auge de las potencias europeas.
- El tránsito del siglo XIX al XX significó el momento culminante del discurso de la modernidad, un discurso pragmático que había privilegiado la eficiencia económica e instaurado el concepto de progreso científico y técnico como garantía de un futuro de bienestar para el género humano.
- El sueño de la modernidad se resquebrajó con la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
- En 1917 inicia la revolución rusa.
- El triunfo de la revolución rusa significó, para muchos, la esperanza de transformar las condiciones de opresión y miseria.
- El colapso económico de la Bolsa de Nueva York en 1929, que puso de manifiesto la fragilidad de las bases económicas y materiales del capitalismo.
- La década de 1930 se caracterizó por ser un periodo de crítica social, de realismo y de compromiso político.
- Las nuevas teorías científicas y filosóficas del periodo contribuyeron a afianzar una visión del mundo en la que no existen certezas indudables, sino "puntos de vista" que configuran una realidad cambiante: la teoría de la relatividad, de Albert Einstein, la concepción del tiempo en la filosofía de Henri Bergson y la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud.
- La aparición del cine aporta un nuevo concepto de tiempo: la simultaneidad. En el cine, el tiempo pierde su continuidad ininterrumpida y su dirección irreversible: puede detenerse, invertirse, repetirse, o bien, proyectarse hacia el futuro.
Características del arte y la literatura
vanguardista
- Ante la crisis suscitada por la guerra, apareció un arte de crítica y confrontación, cuyo principal objetivo era sacudir las conciencias: el Vanguardismo.
- El término vanguardia se refiere al espíritu innovador y al carácter experimental de todos estos movimientos (conocidos también como “ismos"), cuyo propósito fundamental era romper con los moldes estéticos del pasado e introducir una libertad absoluta en el proceso de creación artística. Todos estos movimientos tuvieron un espíritu combativo y polémico.
- La novedad y la originalidad se convirtieron en los máximos valores estéticos del Vanguardismo.
- En el terreno literario las vanguardias se orientaron especialmente a la poesía.
- En las vanguardias hay dos vertientes principales, opuestas pero complementarias: la intelectual y la intuitiva.
- La conciencia del tiempo se convierte en la conciencia del momento: una conciencia del presente.
- Hay una fascinación por la simultaneidad: descubrimiento de que el hombre experimenta, tantas cosas diferentes, inconexas e irreconciliables en un mismo momento.
- El periodo comprendido entre las dos guerras mundiales (1918-1939) constituye el periodo más fértil en innovaciones literarias y experimentaciones estéticas en la primera mitad del siglo XX.
Corrientes vanguardistas
Dentro
de la vanguardia encontramos una gran variedad de movimientos: Futurismo,
Expresionismo, Cubismo, Dadaísmo, Existencialismo, Concretismo, Neorrealismo,
Objetivismo, Surrealismo, etcétera. Sin embargo, la vida de muchas de estas
corrientes fue muy efímera y sus postulados, más o menos, afines; por este
motivo sólo vamos a abordar en este espacio aquellos "ismos” que
consideramos más relevantes para el desarrollo de la poesía: Futurismo,
Cubismo, Dadaísmo y Surrealismo.
El Futurismo
El
Futurismo nació en Italia en 1909. Su fundador, el poeta italiano Filippo
Tomasso Marinetti, proponía la absoluta abolición de la sintaxis; el verbo se
utilizaría en infinitivo, mientras que el adjetivo y el adverbio deberían
desaparecer; la puntuación sería sustituida por signos matemáticos y musicales
y debería experimentarse con los elementos tipográficos y la disposición
gráfica del texto. En sus manifiestos se pedía la destrucción de museos,
bibliotecas y ciudades del pasado, en tanto que se exaltaban la revolución, el
peligro y la violencia, así como la velocidad y la tecnología moderna; la
literatura debería ensalzar "el movimiento agresivo, el insomnio febril,
el paso gimnástico, el salto peligroso, el puñetazo y la bofetada" y
concibió a la poesía como “un violento asalto contra las fuerzas
desconocidas".
Entre
los principios futuristas se encuentran los siguientes: rechazo absoluto a la
tradición artística y cultural heredada del siglo XIX; adoración del progreso y
sus símbolos; culto a la vitalidad, el arrojo y el coraje; valoración de la
guerra como suprema experiencia humana, considerada como germen de la
transformación espiritual de los individuos y los pueblos.
El
Futurismo pretendió revolucionar la literatura, la política, la concepción de
la vida, las costumbres, la sintaxis, la composición tipográfica, etcétera.
El Cubismo
El
Cubismo nació en Francia en el primer tercio del siglo, como consecuencia del
Cubismo pictórico. Su característica más importante es la liberación de la
perspectiva geométrica.
El
Cubismo literario, que buscó alcanzar "una explicación lírica pura",
es un movimiento absolutamente irracionalista. El Cubismo poético rechaza al
sujeto exterior del poema, limitando su intento a una explicación subjetiva de
las cosas por medio de las imágenes interiores creadas por el poeta.
El
poeta Guillaume Apolinaire fue el teórico del Cubismo literario, en el que
también participaron Revérdy, Cendrars, Cocteau y Max Jacob.
El Dadaísmo
En
1916 surge el Dadaísmo, iniciado por un grupo de artistas y escritores
capitaneado por el poeta rumano Tristán Tzara.
En
este movimiento participaron jóvenes franceses, alemanes, austriacos, rumanos y
de otros países centroeuropeos que compartían su terminante rechazo a la guerra
y un sentimiento de descontento y frustración que se manifestó en el desafío de
los cánones establecidos en el arte, la cultura y la sociedad.
El
Dadaísmo se distinguió por ser un movimiento anárquico y anti racional que
careció de un programa definido. En ése mezclaron el humorismo y la
incongruencia. La burla, el escepticismo y la destrucción fueron los pilares de
este movimiento. Su fundamento central radicaba en la libertad desenfrenada del
individuo, de lo natural, to espontáneo, lo inmediato.
El
Dadaísmo tuvo su apogeo en 1920 y contó con muchas revistas, pero sólo duró dos
años más; entonces, los poetas dadaístas huyeron hacia otros campos de
exploración: el Cubismo, el Surrealismo, etcétera.
El Surrealismo
El
movimiento artístico y literario denominado Surrealismo aparece como
consecuencia lógica del dada, por lo que existen muchas semejanzas entre las
teorías estéticas de Tzara y las expuestas por André Breton en su Manifiesto
Surrealista. El Surrealismo surgió en los primeros cinco años de la década de
1920, cuando los estragos producidos por la crisis social y moral de la Primera
Guerra Mundial se habían atenuado.
Los
surrealistas mostraron gran interés por la teoría psicoanalítica de Freud, ya
que ésta permitiría explorar las profundidades de la naturaleza humana y lograr
que la imaginación “recupere sus derechos".
El
Surrealismo pretendía expresar todos los contenidos de la mente humana,
incluyendo las zonas oscuras del inconsciente, de manera espontánea y total.
En
1930, la revolución surrealista se pone al servicio de la revolución comunista,
ya que consideraron que la emancipación del espíritu exigía previamente la
liberación social del hombre.
El
Surrealismo se interesa por todo lo irracional, por lo inconsciente, por los
fenómenos del sueño y del automatismo, busca el hecho psíquico más elemental, que
está considerado como el único capaz de revelar nuestra verdadera naturaleza.
De esta manera, se rechaza la actividad racional y premeditada del espíritu.
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